lunes, 31 de diciembre de 2012

Ejercicios espirituales y filosofía antigua

Con este título el ya fallecido filósofo francés Pierre Hadot escribió un libro denso, profundo e interesante que tiene como hilo conductor rescatar las características esenciales de lo que para él representó la filosofía antigua.

Y una de las características fundamentales en aquel interesante mundo grecorromano donde coexistían diversas escuelas filosóficas era que cada una de ellas disponía de lo que el autor decidió denominar como Ejercicios Espirituales. Estos ejercicios no deben confundirse con los del cristianismo, que son una copia distorsionada de aquellos. Los ejercicios espirituales del mundo antiguo son prácticas mentales basadas en el pensamiento, la imaginación, la sensibilidad y la voluntad destinadas a lograr un modo de vida, una forma de vida, una elección vital.

Y es que para el autor la esencia de la filosofía griega en toda su desbordante multiplicidad consiste, en realidad, en una forma de vida. Es decir lo esencial de la actividad de los filósofos de antaño no era como los del mundo moderno en levantar una teoría, explicada de la forma más compleja posible para dárselas de intelectuales y lograr un público selecto, creando un lenguaje inaccesible para el gran público, sino en vivir conforme a los principios de la escuela que la reflexión personal hacía abrazar al individuo que decidía ser filósofo. Consistía por tanto en unir pensamiento y praxis, en ser coherente con la forma de vida ideal propuesta por la corriente filosófica a la que se adscribía el sujeto.
De ahí que para la población que convivía con ellos un  filósofo era aquel que llevaba una vida ejemplar incluso aunque no tuviera ningún sistema teórico detrás.

Por ejemplo, la escuela cínica de Antístenes, Diógenes, Crates, Hiparquia y demás, aunque apenas tenían un armazón de ideas, era considerada una corriente mas de pleno derecho pues vivían de una manera radicalmente coherente con sus principios, sin propiedades ni riquezas, en la pobreza voluntaria.
Se distinguía, por tanto, entre discurso filosófico y filosofía. El primero eran los principios éticos, lógicos y físicos base de la visión filosófica abrazada, la filosofía era la forma de vida consecuente con el discurso filosófico.

Por las páginas del libro parecen de continuo los grandes pensadores antiguos con algunos de los ejercicios espirituales que proponían, intentándolos explicar al lector moderno, que puede quedar sumamente extrañados con ellos o darles un sentido que no es el que buscaban. Por ejemplo, incomprendido es el emperador-filósofo Marco Aurelio que en Meditaciones escribió frases contundentes como las siguientes: "la unión de los sexos sólo es frotamiento de vientres acompañada de la eyaculación, en virtud de un espasmo, de un líquido viscoso" o "ese plato tan anhelado no es más que el cadáver de un pez, un pájaro o un cerdo". Estas expresiones, que para las gentes de la contemporaneidad suponen algo inconcebible, creación de una mente perturbada o pesimista o masoquista no son más que ejercicios mentales destinados a no dejarse dominar por deseos que cuando se miran detenidamente carecen del valor, de la importancia que se le quieren dar-lo que no significa ser despreciados-Igual sucede con Epícteto y sus ejercicios para enfrentar el miedo a la muerte y las desgracias personales, aconsejando traer a la mente imágenes de nuestra muerte.

Sócrates, Epicuro y sus principios de templanza en el placer y la comida así como su exaltación de la amistad, Platón aconsejándonos prepararnos para la muerte o proponiéndonos ejercicios donde salgamos del cuerpo mirándolo todo desde las alturas, los neoplatónicos, el cristianismo y algunos filósofos modernos que retoman elementos del pensamiento clásico como Goethe, Thoreau, Montiagne, Kant, Descartes, Bergson, el último Foucoult...aparecen por las páginas de Ejercicios espirituales y filosofía antigua junto con las reflexiones personales de Pierre sobre la ética, la ausencia de filósofos en la modernidad, distinguiendo lo que es un filósofo de un profesor de filosofía y otros pensamientos siempre interesantes.

En resumen, el libro es muy necesario para todo aquel que quiera acercarse a lo que es la filosofía de la edad de oro y quiera hacer el esfuerzo de conocer sus objetivos, su mentalidad. pero también para los descontentos consigo mismos y con la sociedad en la que viven. Pues una lección de nuestros queridos filósofos, con todas sus diferencias es que lo primero es la conversión individual. Antes que cambiar la realidad que nos rodea la persona debe cambiarse a sí misma y ser un ser digno y a la vez lo más coherente posible con sus ideales.

Y es que para nosotros resulta esencial que si queremos reconstruir la civilización-habitamos una anticivilización, lo más ajeno a una vida basada en verdaderos valores humanos y positivos-, escoger otra senda de vida, descubrir o redescubrir a los viejos filósofos es fundamental. En el sombrío mundo contemporáneo donde todo es economía y los valores esenciales son los de vivir bien, entendido como tener propiedades, buenos sueldos, consumir lo que nos venga en gana, acumular riquezas, buscar los placeres materiales, huir del esfuerzo, el dolor y el sacrificio personal buscando la gratificación inmediata  y exigir a terceros olvidándonos de nuestra responsabilidad individual, la propuesta de los clásicos de no atarse a la búsqueda de la riqueza y los bienes o placeres materiales, si no buscar la libertad de no esclavizarse a las cosas y sus dueños y la calma y serenidad interior aceptando el dolor y fortaleciéndonos interiormente puede servir de mucho, junto con la búsqueda de la virtud.

Cuando nuestras sociedades cegadas por el culto al Becerro de Oro se derrumban pese a que se creían indestructibles la salida está en armarse de los valores que nos enseñaban los viejos filósofos, a los que hemos desoído como si fueran ancianos molestos que nada podían aportarnos, fantasmas de otra época.






jueves, 27 de diciembre de 2012

Sobre la realidad última de la materia



La evolución del pensamiento ha consistido, fundamentalmente, en tener que ir abandonando la idea de la centralidad de nuestro mundo, de nuestro planeta, frente al resto del Universo.Los avances científicos gracias al nacimiento de mentes atrevidas y brillantes, como Galileo Galilei, lograron poner fin a la vieja idea de que la tierra era el centro del universo y todo giraba en torno a ella, para colocarnos en nuestro sitio, el de un planeta que no es ni un grano de arena en un universo de miles de millones de galaxias.

El siglo XX nos trajo nuevas revoluciones en el campo de la ciencia. Primero con Einstein y su teoría de la relatividad general y posteriormente con la física cuántica. Y es este último campo, el del mundo subatómico de la mecánica cuántica, el de lo más pequeño, el que nos está planteando grandes interrogantes, hasta el extremo de hacer dudar sobre qué es la realidad, y qué somos nosotros.

Y es que en el mundo de la física clásica, de la física newtoniana, de lo macro, las cosas o están o no están, los objetos ocupan un espacio o no lo ocupan. Pero el estudio del mundo atómico originó sorpresas mayúsculas que aún no tienen una respuesta clara. Por ejemplo, se descubrió que las partículas en el mundo atómico tienen doble naturaleza, es decir son onda-partícula, lo que se llama dualidad onda-partícula. Cuando no son observados, los electrones, por ejemplo, actúan como ondas, es decir no pueden ser localizados en unos puntos determinados, por poner un ejemplo serían como las ondas de un estanque cuando se lanza una piedra. Sin embargo, cuando son medidos, u observados, actúan como partículas, es decir, tienen una localización determinada. Esto logró descubrirse mediante el experimento de doble rendija. Lanzadas las partículas  por un objeto hacia una pared con dos ranuras abiertas y tras ellas un dispositivo registrador se constató que las partículas habían atravesado ambas ranuras a la vez cuando no eran observadas, es decir que sin observación éstas tenían naturaleza ondulatoria .Sin embargo, si eran observadas atraviesan una u otra ranura, actuando como partículas “normales”. O sea, por extraño que resulte, la observación cambia la propiedad de las partículas.

El principio básico de la mecánica cuántica es el principio de incertidumbre de Heisenberg, que supone que no podemos conocer dónde está un electrón, ni su velocidad, por tanto no podemos predecir el futuro basándonos en el pasado o el presente, pues los electrones saltan de un lugar a otro sin pasar por etapas intermedias. Antes de ser observado, un objeto existe en todas las condiciones posibles, es una onda de probabilidad.

Pero los enigmas del mundo cuántico van más allá. Se descubrió lo que se llama entrelazamiento cuántico. Este principio, observado por Schrodinger, supone que cuando dos partículas han estado unidas, el cambio efectuado en una de ellas, afecta instantáneamente a la otra, aunque ésta se encuentre en el otro extremo del universo.

Todos estos descubrimientos han abierto grandes interrogantes y creado teorías muy interesantes. Básicamente la de los investigadores que, a partir de Everett suponen que existen múltiples realidades, o universos. La observación definiría uno de esas múltiples realidades, pero eso no implicaría la no existencia de las otras.

Es decir que el mundo de la mecánica cuántica rompe con todas las ideas sobre la realidad que consideramos normales llevándonos a un camino de interrogantes sin respuesta.

Por ejemplo:¿Cómo es que la observación, la consciencia, logra definir la realidad?. ¿Esa realidad definida por la observación, es, valga la redundancia ,la verdadera realidad, o una de muchas?. ¿Podemos hablar de realidad o no?. Si hubiera una realidad última, ¿cómo sería esta, qué “forma” tendría?. ¿Es la realidad en última instancia una onda de probabilidad y por tanto somos ondas de probabilidad los seres humanos?. ¿Desaparece realmente la función de onda con la observación o se mantiene la dualidad onda-partícula, pero nuestra constitución física impide que podamos contemplar las cosas y los seres de forma a la vez ondulatoria-partícula?.

¿Hay una unión entre el mundo de lo micro y lo macro, o sea entre la física clásica y la cuántica, o son dos mundos separados-lo que no nos parece factible, pues todo comenzó por lo micro y todos somos en última instancia átomos- y por tanto no debemos complicarnos la existencia?. ¿Existimos en múltiples realidades o universos, cada uno creyéndose el auténtico, bifurcándonos en múltiples senderos, o es sólo una fantasía y sólo existe un Yo?. ¿Estamos todos, de piedras a árboles, animales y humanos entrelazados de alguna manera?.

Como vemos, la mecánica cuántica ha abierto una puerta para unos maravillosa, y para otros terrible. Pero lo que parece indicarnos es, quizá, el principio del fin de nuestra forma de ver las cosas, e incluso de algunos de nuestros valores. Posiblemente tengamos que abandonar la visión materialista y reconocer la influencia de la consciencia en el mundo real, o el que nosotros consideramos real. 

Tendremos que abandonar nuestro individualismo y aceptar que todos estamos unidos, que todos estamos vinculados y lo que afecta a uno afecta a todos. E incluso quizá debamos empezar a pensar, por negativo que parezca a muchos, que no somos tan singulares y únicos. Que, por un lado puede que no seamos más que ondas de probabilidad, y por otro que existamos en una infinitud de universos, lo que supondría, si alguna vez lograra probarse-cosa muy lejana- una verdadera conmoción.

Lo que sí es cierto es que, hoy por hoy, no somos capaces ni siquiera de decir qué es la realidad, y cuál es nuestra realidad. Lo que, por otra parte, para nosotros, no deja de ser una gran noticia, pues nada hay más positivo para la humanidad que la interrogación sin fin.



























lunes, 24 de diciembre de 2012

Las sesiones

Magnífica y emotiva película basada en los escritos del periodista y poeta ya fallecido Mark O'Brien, tetrapléjico al que la polio condenó a vivir con un pulmón de acero, necesitado de la atención de un asistente durante casi todo el día. La película nos muestra el viaje interior que decide iniciar el protagonista para descubrir el sexo a los 38 años de edad.

Hombre de profundas convicciones religiosas, apoyado por el sacerdote de su parroquia, tras haber fracasado en su intento de establecer una relación sentimental con una joven, simpática y guapa cuidadora, contacta con una terapeuta sexual para que le ayude a perder su virginidad.

Film honesto y valiente, maravillosamente interpretada por John Hawkes y Helent Hunt, se nos muestra el sexo en casi toda su realidad, pero aún así no resulta cruda y desagradable, sino todo lo contrario. Logra resultar conmovedora y cercana, desarrollando una fuerte empatía hacia el sufrimiento inicial y las dificultades del personaje para enfrentarse a esa faceta no vivida hasta entonces.

Pero Las sesiones no se limita, en absoluto, a esos encuentros de aprendizaje sexual, sino que nos habla de la progresiva relación de amistad y cariño que se da entre ambos, él y la terapeuta sexual. Pues lo que Mark busca, realmente, no es tanto sexo, como ser capaz de establecer una relación amorosa y afectiva con una mujer, algo muy difícil de conseguir por su situación física.
Junto a su terapeuta también nos resulta entrañable la figura de su amigo y confesor, un religioso de mente abierta, que le brinda su apoyo y que le aconseja, alegrándose por sus cambios.

El mayor éxito para nosotros de la película es que evita caer en la búsqueda de lo melodramático, de la lágrima fácil. Todo lo contrario, la película posee un agudo sentido del humor, como el que destila el protagonista, capaz de enfrentarse al día a día con una sonrisa en la boca.

Y es que otra de las lecciones del film es lo esencial que resulta usar la inteligencia y el sentido del humor para enfrentarse a los golpes de la vida, que en el caso de Mark supone una existencia condenada a no poder nunca ponerse en pie, a no poder nunca respirar libremente y contemplar la realidad en toda su extensión, con todos sus colores, su belleza y fealdad. Pero la brillantez y fortaleza del protagonista le permiten mitigar esa situación de vivir encarcelado por su propio cuerpo y no sólo eso si no que le permite lograr sus sueños.

Las sesiones permite acercarnos al dolor, a las enormes dificultades a la que se enfrentan algunas personas, consigue que por un rato nos sintamos habitantes de su mundo, de su piel, de su pulmón artificial, de la camilla desde donde ve pasar los días y las noches.

La película nos muestra el camino para superar miedos, el camino hacia la madurez de quien decide no cerrarse la puerta del sexo ni del amor.

De Las sesiones salimos, especialmente quienes por circunstancias de la vida nos sintamos más vinculados al sentir del protagonista, con la sensación de que los límites se los impone uno mismo, y que pueden, deben, ser superados para lograr una mayor felicidad.

Por todo sus cualidades queremos recomendar que no duden en ir al cine a disfrutarla. Creemos que no se sentirán defraudados.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Operación E

Interesante película que nos acerca al interminable conflicto que padece Colombia entre los paramilitares, la guerrilla de las FARC y el  gobierno. 

La historia está basada en un hecho real, pese a que pueda parecer inventado buscando mayor dramatismo, pero es que en ocasiones la realidad supera a la ficción. Todo se inicia con el nacimiento en plena selva del hijo de una secuestrada por los guerrilleros que son acosados por helicópteros del ejército. Poco después algunos de estos guerrilleros acuden a la choza de un campesino y le hacen entrega del niño, que se encuentra en una situación grave, herido y con fiebre. El campesino está interpretado por Luis Tosar, uno de los mejores actores españoles del momento, que como era de esperar borda el papel y lo hace creíble en todo momento.

Operación E es un retrato de la vida de cientos de miles de campesinos colombianos que viven sometidos al control y los abusos de las diferentes fuerzas armadas que operan en el país, que han tenido que huir de sus casas buscando lugares más seguros ante el acoso de unos y otros.

El campesino, José Crisanto, y su numerosa familia deciden cuidar al niño y salvarlo sea como sea, incluso arriesgando sus propias vidas  para huir de la selva y llevarlo a un hospital.Y es en la ciudad cuando comienza su verdadera tragedia, al descubrir que el niño al que entregaron los guerrilleros es el hijo de una mujer famosa, lo que le lleva a ser perseguido y acosado por las FARC que lo necesitan para negociar con el gobierno, teniendo que inventarse mil triquiñuelas para reencontrarlo y no ser asesinado tanto él como sus seres queridos, lo más importante de su vida y centro de sus desvelos para poder permanecer siempre unidos, objetivo central en su vida.

Retrato lúcido y descarnado de la realidad colombiana, de las injusticias y el sufrimiento al que están sometido muchos de sus ciudadanos, la película mantiene siempre el interés aunque a veces sintamos que le falta ritmo, pero esos momentos son salvados gracias a la actuación del protagonista, el siempre brillante Luis Tosar, que logra mantener el edificio en pie y nos hace sentirnos unidos a esas gentes humildes que sobreviven como pueden en una situación en la que son víctimas de todas las partes en conflicto, allá donde no hay línea divisoria entre el bien y el mal, y donde quienes soñaban con una vida de prosperidad internándose en la selva en busca de El Dorado, acaban malviviendo y y huyendo ,teniendo  que cambiar de discurso, que vivir con máscaras cambiantes, para mantenerse en el mundo de los vivos.



domingo, 16 de diciembre de 2012

Sobre el hedonismo



Si consideramos el hedonismo como una filosofía de vida basada en la búsqueda y obtención del placer como idea central y reflexionamos sobre la sociedad moderna encontramos la conexión entre sociedad de consumo-en progresivo derrumbe en Occidente por la crisis, especialmente en los países del sur, no sabemos si de forma pasajera o definitiva- y hedonismo. Pero también hemos de reconocer como el consumismo-hedonismo de las sociedades modernas se aleja de antiguas corrientes de pensamiento hedonistas como las de Epicuro o epicureísmo donde se defendía la moderación en el placer y se ensalzaban valores como la amistad, es decir que no se negaba la importancia de los placeres entendidos como placeres elevados o espirituales.

El hedonismo moderno se acercaría más a la corriente filosófica cirenaica, que carecía de una visión espiritual de los placeres. Pues bien, el hedonismo actual inició su expansión en los años sesenta del siglo veinte coincidiendo curiosamente con el desarrollo de movimientos sociales llamados alternativos, o especialmente con la contracultura. No vamos nosotros a defender que hippies, panteras negras, feministas y demás fueran creados intencionalmente por el sistema pero si podemos sostener que la contracultura terminó rápidamente convertida en un negocio, atrapando las mentalidades inconformistas en las redes de la naciente sociedad de consumo, impulsando precisamente los valores hedonistas del placer como elemento central en la vida, todo ello rodeado de una mercadotecnia y discurso supuestamente rompedor y crítico, o transgresores de los valores tradicionales.

Debemos destacar que aquellos años manifestaron la cada vez más potente capacidad del poder, ayudado por nuevas tecnologías como la televisión de colonizar las mentes y comportamientos de sus siervos, ya se etiqueten éstos  como conservadores o progresistas e incluso antisistema o alternativos, hacia el modelo económico, social, político e incluso moral que ellos quieran.

Por las circunstancias que fuera consideraron llegado el momento de crear una sociedad de consumidores compulsivos para lo cual era necesario inocular el virus del hedonismo exacerbado. Preparado el terreno con anterioridad con la industrialización primero y progresivamente con la implantación del demoledor y liberticida trabajo asalariado, elementos esenciales para crear la sociedad rebaño, era sencillo dar un paso más en la destrucción en poco tiempo de hombres y mujeres creyentes en los valores de la conciencia frente a los meramente materiales.

A través de la publicidad, las nuevas tecnologías, el bombardeo continuo de imágenes publicitarias en nuestras casas y en la calle se ha logrado construir en no muchos años unas comunidades de seres vaciados interiormente, guiados en la búsqueda de lo más primario, de lo material, buscadores de la felicidad entendida como logro de buenos sueldos, éxito profesional, éxito con el sexo opuesto-o el mismo-; ha triunfado la idea de seguridad  frente al riesgo de la libertad, la del tener frente al ser, la comodidad frente al esfuerzo, el que nos sirvan al servir, la de los derechos exigidos a las alturas frente a los deberes con los iguales, la de dominar o ser dominados frente a no dominar ni ser dominados, la no reflexión o reflexión mínima frente al pensamiento profundo y el reconocimiento de la complejidad del mundo, el horror y fealdad del arte moderno frente a la belleza del arte de antaño, la adscripción a modas progresistas o gurús progres frente al pensamiento clásico con sus luces y sombras, el egocentrismo y el individuo atomizado frente al apoyo mutuo y el cooperativismo, la mercantilización de la vida frente a la economía del don, la sexualización banal como objeto de consumo frente a la sexualidad natural como deseo de unión carnal de dos cuerpos ,el ocio dirigido , irreflexivo, no participativo de multitudes encerradas en espacios destinados para ello frente al ocio libre, creativo y comunicativo.

El triunfo de los “valores” de la sociedad de consumo y hedonista  no sólo ha supuesto esa demolición de los valores humanos y espirituales de los que hablábamos anteriormente sino que supone un éxito para los poderes estatales y capitalistas pues al convertir la vida en una lucha de todos contra todos para lograr más bienestar material, los seres humanos y la resistencia se debilita. Ya apenas subsisten grupos o ideas revolucionarias cuyo objetivo sea realmente una transformación de nuestras vidas, la reconquista o creación de una civilización más elevada que valore la libertad, el bien, la belleza, la verdad, la amistad, lo inmaterial…

De derecha a izquierda y radicalismo todo es un desierto donde se comparten los valores esenciales materialistas y ese desierto nos está cubriendo de polvo y arena, dificultándonos el encontrar una salida a la desertificación de los cuerpos y almas. Cuando las luchas perecen limitarse  a mantener sea como sea la sociedad de consumo de antes de la crisis, esa que nos ha ido liquidando internamente, las clases dirigentes habrán vencido, pues del 15-M a Rodea el Congreso y otros movimientos de protesta no parece haber más objetivo que lograr nuevos y mejores amos que guíen nuestros pasos, que mantengan un paraíso basado, en parte, en la explotación feroz del tercer mundo.

Pero ese paraíso toca a su fin. Y es en ese interregno en que unas potencias caen y otras emergen donde está la posibilidad de estructurar una alternativa. De momento casi nada se vislumbra y no hay mucho tiempo, pues quienes vienen tienen los mismos disvalores que nosotros ,e incluso reforzados.

Qué movimientos realizarán las viejas o nuevas oligarquías dominantes no podemos saberlo, posiblemente reforzarán los mecanismos de domesticación hasta que el desarrollo definitivo de nuevas tecnologías como la manipulación genética, la creación de seres humanos en masa o nuevas drogas legales que creen estados de euforia y felicidad,les permitan dar el salto definitivo. Y ese salto es el que viene magníficamente retratado por Aldous Huxley en Un Mundo Feliz.

martes, 11 de diciembre de 2012

Agonía y éxtasis de Steve Jobs

Se está representando estos días en el Teatro Maravillas el monólogo Agonía y Éxtasis de Steve Jobs
Durante cerca de hora y media Daniel Muriel realiza una brillante interpretación sobre el escenario de la vida y obra del famoso fundador de Apple, el recientemente fallecido Steve Jobs.

Inspirado a su vez en la obra del autor norteamericano Mike Daisey, que tuvo un enorme éxito en su país, el espectáculo recrea los diferentes momentos del recorrido vital de Steve. Desde su infancia de niño adoptado por una familia obrera, a la que convenció que debía estudiar en los mejores colegios-ya se vislumbraba el genio manipulador que sería- a su juventud de hippie y alternativo, donde probó diversos tipos de sustancias como el LSD y practicaba la meditación- aparte de ir descalzo- a su espíritu innovador, arriesgado y creativo, de genio de la informática capaz de rodearse de los mejores talentos.

Agonía y Éxtasis de Steve Jobs nos presenta los claro oscuros del personaje. Junto a su brillantez, su carácter arrogante y autoritario, el maltrato hacia sus subordinados, su lucha por escalar posiciones sin importar copiar a otros. Vemos como el poder y la fama crecientes van corrompiendo en cierta manera al hombre que sin embargo creía que lo que hacía debía hacerlo en beneficio de la humanidad pues consideraba que la tecnología podría liberar al ser humano de sus cadenas. Su progresivo cambio de ideas de tecnolibertario a empresario sin escrúpulos se manifiesta en su idea de que no necesitaba hacer estudios de mercado para ver lo que la gente quería consumir, sino en crear  necesidades constantes en las personas, de ahí que cada poco tiempo crease nuevos productos con un éxito masivo . Aunque en esto no hacia si no seguir la lógica del sistema, que consiste en hacer creer a la gente que la felicidad consiste en rodearse de productos tecnológicos o de otro tipo recientes e ir tirando lo antiguo, por más que funcione perfectamente.

Más allá de las pinceladas que ofrece sobre su vida, su compleja personalidad, lo difícil que le resultaba mantener relaciones de amistad y cooperación estables, sus éxitos y fracasos comerciales, la obra se acaba centrando en cómo es la vida de los trabajadores que en China realizan los productos de Apple, los ordenadores Mac, los Iphone, los Ipad y otros cachivaches tecnológicos que en mayor o menor medida todos usamos.

Inspirándose en un fanático seguidor de los productos de Steve Jobs que, haciéndose pasar por un empresario norteamericano interesado en hacer negocios acudió al centro industrial de China donde se realizan sus productos, Daniel nos enseña la verdadera realidad que hay detrás de la manzana mordida.
Redes para evitar los numerosos suicidios de trabajadores, jornadas de trabajo interminables, menores de 12 o 13 años que trabajan allí, cámaras vigilando constantemente a los obreros y obreras, enfermedades y minusvalías físicas provocadas por la toxicidad y la falta de protección, casas donde se apiñan multitud de trabajadores para dormir, sin apenas espacio, también vigiladas...

Y esta parte es la más dura de la obra y la que más hace reflexionar. Pues nos va quedando claro que nuestro llamada sociedad del bienestar-ya en decadencia- se construye sobre la opresión y esclavización de millones de personas de otros países. Nos hacemos conscientes de cómo muchos de los productos con los que convivimos y usamos, tiramos y volvemos a comprar están hechos por manos humanas trabajando en condiciones inhumanas.

Steve era un entusiasta de la perfección de los productos, de la estética, pero no le importaba lo que había detrás. De todas formas la obra no culpa al fundador de Apple, señala que en mayor o menor medida nuestro mundo está organizado de esa manera, y otras grandes empresas hacen lo mismo.
El monólogo también nos señala a nosotros como responsables por no tener ningún interés en saber la verdad. Y, para terminar, uno no deja de hacerse una pregunta incómoda: puesto que nuestros países están en caída creciente, mientras China y otros avanzan, ¿no nos espera a los antiguos países ricos occidentales un futuro imagen de lo que sucede ahora laboralmente en China?.

Sólo por eso debemos ver la obra y darnos cuenta de que los papeles pueden cambiar, aunque pensemos que eso a nosotros nunca nos sucederá, que somos diferentes de los chinos...


sábado, 8 de diciembre de 2012

Enquiridión

Nacido en torno al año 50 después de Cristo, Epicteto, cuyo verdadero nombre nos es desconocido, fue vendido de niño como esclavo y llevado a Roma. Obtenida la libertad fue discípulo de Rufo, un filósofo estoico con el que aprendió los principios de la Stoa.  Fue mandado al exilio junto con otros filósofos por ser considerados peligrosos para el estado, allá por el año 90. Nuestro pensador se estableció en Nicópolis donde fundó una escuela en la que impartió clases hasta su muerte entre el año 125 y 130, entre el cariño de sus discípulos.

Y es aquí donde la figura de Epicteto se agranda, convirtiéndose para nosotros en modelo a seguir, en alguien hacia quien reconocemos sentir un profundo amor por la forma de vida que adoptó en coherencia con sus principios filosóficos.

Siendo famoso por sus enseñanzas y habiendo podido, de haber querido, ser rico, vivió en una casa sin puerta, con solo una cama, una mesa y una lampara de metal que cambió por una de barro cuando se la robaron. Célibe, ya en su madurez acogió al hijo de un amigo al que éste no podía alimentar, lo que le hizo abandonar su vida solitaria.

Nunca escribió nada, como Sócrates,pero un discípulo suyo, Arriano, recopiló por escrito sus enseñanzas y gracias a él nos han llegado sus ideas. Enquiridion o Manual de vida es junto con Disertaciones uno de los libros donde su discípulo recogió su doctrina.

La base de las ideas de Epicteto es ser capaz de distinguir lo que depende de nosotros y lo que no. Si nos centramos en lo que no depende de nosotros, como la salud, los cargos, las riquezas...no lograremos la tranquilidad, la calma interior, la verdadera libertad. La impasibilidad y la imperturbabilidad son esenciales en el pensamiento estoico y por tanto en nuestro filósofo. Para lograr este ideal filosófico de impasibilidad Epicteto plantea alejarse de la búsqueda de los placeres y deseos materiales para centrarse en lo fundamental, que es la vida interior, y por tanto el vivir con modestia y frugalidad en todos los aspectos, incluyendo el sexual y el alimenticio, y es que las viejas escuelas de filosofía clásica marcaban pautas para todos los aspectos de la vida.

Pero Epicteto, como el resto de pensadores o moralistas clásicos, independientemente de la corriente de pensamiento a la que se adscribiesen, no se limitó a crear un sistema teórico de cómo vivir, sino que desarrolló lo que Pierre Hadot denominó como ejercicios espirituales- Ejercicios espirituales y filosofía antigua, biblioteca de ensayo Siruela-. Estos ejercicios espirituales, que no deben confundirse con los del cristianismo, se basan en traer a la mente una serie de ideas que permitan acercarse al ideal de vida y ético que la escuela propugna. Y tomó la filosofía como forma de vida, de ahí la admiración que sintió hacia  el legendario filósofo cínico Diógenes, que vivió en un tonel, es decir fue ejemplo del verdadero sabio y supo prescindir de prácticamente todo lo que consideramos imprescindible en la vida.

En el caso de nuestro querido Epicteto este propone, por ejemplo, traer a la mente ideas de diversas desgracias que pueden acontecernos, desde el exilio a la pobreza, y sobre todo la muerte. Esto, que a los hombres y mujeres de la modernidad hedonista y progresista puede sonarles como algo espantoso o como ejercicio de puro masoquismo, no supone más que un esfuerzo psicológico de preparación del hombre o mujer ante los problemas y desgracias que en toda vida se presentan y fortalecerle para enfrentarse a ellos. Es por tanto una forma de preparar a la persona para las complicaciones inevitables de la vida y también de evitar el terror ante la muerte. Pues para él la muerte no es ningún mal, sino la idea que nos hacemos de ella-y lo mismo en el resto de las cosas. Son las ideas que tenemos de las cosas las que nos dañan, no las cosas en sí-.

El pensar en la muerte también trae consigo la destrucción de las ideas  de egocentrismo, de gloria  y de dar a la misma vida y lo que nos acontece una importancia de la que en realidad carece, pues al fin a todos nos espera el desaparecer. Es decir nos ayuda a no desear, o a reducir los deseos negativos.

Una idea interesante del Enquiridion, y también que puede ayudarnos en nuestras vidas para alcanzar la serenidad, es que debemos aceptar las cosas como ocurren, no como nosotros queramos que sean.

También encontramos en sus página una firme defensa de la voluntad cuando sostiene que la cojera, por ejemplo-y él era cojo- puede ser un impedimento para el cuerpo pero no para una persona con voluntad.

Estas son algunas de las ideas que podemos leer en sus páginas,  entre otras como las de aceptar cada uno el papel que le toque en la vida con dignidad, o el ejercitarse en la continencia frente al deseo sexual o en el sufrimiento frente al dolor.

Podemos compartir algunas de sus reflexiones y rechazar otras por ser extremadamente difíciles de lograr, como por ejemplo cuando sostiene que hay que  aceptar tranquilamente la partida del mundo de los seres queridos pensando que han sido devueltos. Pero más allá de opiniones personales sobre este o aquel punto que se sostiene en el libro recomendamos su lectura por un doble motivo. 

El primero porque en una sociedad donde prima el culto a lo externo, el materialismo más descarnado, el consumismo y la creación constantes de necesidades superfluas, las ideas de Epicteto, como las del cinismo y el estoicismo, en algunos aspectos, pueden servir de contrapeso para reconstruirnos como seres morales dotados de valores espirituales elevados, para expandir la libertad interior  y , quizá, en un futuro, para esforzarnos por dejar de ser esclavos de las cosas y por tanto indirectamente de los dueños de las cosas, como somos ahora.

Y en segundo lugar por la belleza de las ilustraciones artísticas  que recorren todo el texto publicado en  la editorial El barquero.





lunes, 3 de diciembre de 2012

La parte de los ángeles

El director inglés Ken Loach, recordado por su magnífica película Tierra y Libertad, vuelve a regalarnos una nueva película de cine social y a la vez no carente de profundos sentimientos.

En La parte de los ángeles retrata a un grupo de jóvenes marginales de la ciudad de Glasgow condenados a realizar trabajos para la comunidad.

El protagonista es un chaval de familia desestructurada que ha aprendido a usar la violencia en su vida social cuando considera que es molestado o criticado. Su lenguaje es el de la agresividad y el enfrentamiento, lo que empieza a cambiar cuando se enamora de una chica y se convierte en padre.
Su pareja y especialmente el hecho de la paternidad van provocando en su interior un progresivo cambio que le hace comprender la necesidad de controlar su ira y su rabia ante el mundo, y abrirse a otros sentimientos más positivos.

Junto a su compañera hay otra figura fundamental en su vida que le hace descubrir una facultad especial que le permitirá poder ganarse la vida. Esa persona que le acoge y apoya es el hombre encargado de llevarles a realizar los trabajos para la comunidad. Con él se da cuenta que es un experto catador de Whysky, capaz de descifrar por el olor y el sabor las marcas de tal bebida.

Con su grupo de amigos desarraigados, una serie de personajes a cual más entrañable y original emprenden un viaje para lograr unas botellas de una barrica de Whisky único en el mundo que les cambiará sus vidas.

Cine sencillo, reflexivo y emotivo marca Ken Loach que recomendamos a quien quiera refugiarse del frío de estos días en una sala oscura, cálida y acogedora.



sábado, 1 de diciembre de 2012

Sobre el conflicto palestino-israelí y la Cuarta Guerra Mundial como fondo


Nuevamente hemos asistido  a un enfrentamiento armado entre Israel y Palestina, o mejor dicho entre Israel y una parte de Palestina, la dominada por Hamas. Como siempre sucede en este eterno conflicto, reaparece la división entre projudíos y propalestinos.

Para unos, los malos de la película siempre son los israelíes, hagan lo que hagan serán criticados si reaccionan con violencia al lanzamiento de cohetes por parte de sus rivales de la zona palestina. También están quienes justifican a Israel en su política de bombardeos sobre población civil, o en la construcción de nuevas colonias para ganar territorios.

Nosotros queremos alejarnos de las visiones maniqueas, de buenos y malos, como si estuviéramos en una película de Hollywood. Primero debemos ser conscientes de que Hamas, la organización islamista que controla la franja de Gaza, niega la existencia de Israel y su sueño sería borrar a este país del mapa. De ahí su lanzamiento de misiles sobre suelo judío, realizado como forma de provocar a Israel, siendo conscientes de que la respuesta desproporcionada de Israel le supone presentarse ante muchos palestinos y numerosas personas a lo largo del ancho mundo como héroes, aunque eso implique la muerte de palestinos.

Es necesario reflexionar con objetividad y ser conscientes de que el régimen de Hamas no respeta los derechos de los ciudadanos que viven bajo su gobierno, como hemos visto con los palestinos ejecutados sin juicio y arrastrados por las calles en motos. Y pensamos que tampoco les importa la vida de sus súbditos con tal de lograr popularidad.

Por su parte Israel no respeta las resoluciones de la ONU y su política de usar la fuerza bruta a la mínima e impulsar asentamientos ilegales, hace que hoy por hoy un posible acuerdo de paz sea algo muy lejano. Pensamos que sólo habrá opciones de pacificar las relaciones entre israelíes y palestinos cuando Hamas renuncie a atacar a Israel y reconozca su existencia e Israel ponga fin a los asentamientos y acepte la existencia de un Estado palestino e incluso el despliegue de una fuerza internacional en la zona que evite choques. Pero todo esto, por desgracia no deja de ser de momento un sueño.

Con todo, el conflicto arabe-israelí es sólo la parte superficial del verdadero conflicto. Este es en segunda instancia el  que enfrenta a Israel con Irán, que a su vez nos conduce al núcleo del problema, al de la nueva Guerra Fría, al verdadero conflicto. El que enfrenta a Estados Unidos, Occidente y su mayor aliado en la zona, Israel, frente a China, Rusia y su máximo aliado en Oriente próximo, Irán. Debemos ser conscientes de que nos encontramos en un proceso de rearme  y enfrentamientos dentro de lo que podríamos calificar como Cuarta Guerra Mundial, que tiene en Siria el principal foco de conflicto armado, y a otros países como las dos Coreas e Irán en situación de tensión.

Por tanto conviene estar alertas y reconocer la complejidad de los conflictos actuales, y cómo están interconectados en el tradicional juego de potencias para hacerse con el control del mundo. Control no sólo económico, pues quienes piensan ingenuamente que ahora el enfrentamiento es sólo por dominar mercados, pues ya no hay divisiones ideológicas yerran. El dominio es económico y político, y por tanto militar. El poder, en última instancia, sigue estando en los fusiles.

El reconocimiento del nuevo conflicto mundial no significa el que defendamos vivir atemorizados, esperando un estallido mundial. Pero sí el intentar ser lúcidos, mirar el mundo y no sólo nuestro ombligo, aunque es cierto que el problema grave de la crisis dificulta el poner la atención fuera de Europa. Mantener la atención en otras áreas del globo significa no ser pillados por sorpresa si se produjese un conflicto mundial.

Cierto es que si los mandamases de las potencias decidieran iniciar una guerra, de poco nos serviría esa lucidez, pues seríamos nuevamente carne de cañón llevada al matadero, mientras sigamos queriendo ser rebaño dócil. Pero al menos podría servir para iniciar un despertar en sectores de la población, un aumento del número de gentes que no se resignan y que se niegan a hundirse en el egoísmo o en la ceguera de quienes piensan que a nosotros nunca nos tocará el desastre.

Porque es cierto que Oriente Medio, China o Rusia, están lejos para ir andando, pero para el armamento moderno estamos a la vuelta de la esquina, tan cerca como cruzar la calle para echar la basura a un cubo.

Con todo nosotros confiamos en que se mantendrá la cordura y en las nuevas generaciones, las que tienen en sus manos la defensa del diálogo y el entendimiento

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Doña Perfecta

Queremos recomendar la gran adaptación de una obra de Benito Pérez Galdós, Doña Perfecta.
Dirigida por Ernesto Caballero y representada en el Centro Dramático Nacional el texto refleja la España de fines del siglo XIX, pero que en determinados aspectos sigue siendo actual.

Y es esa actualidad la que hace de esta obra teatral, a parte del buen hacer de todos los actores y actrices, un espectáculo digno de ser visto.

La acción transcurre en un pueblo inventado, Orbajosa, que bien podría ser cualquier lugar de nuestro país. Al citado pueblo acude un joven de ideas avanzadas, Pepe Rey, con la idea de casarse con una prima suya a la que no ve hace muchos años.

Pero lo que parece un simple encuentro para establecer lazos más solidos y afectuosos entre los distintos personajes acaba progresivamente por convertirse en un dramático desencuentro motivado en última instancia por las diferentes visiones políticas, morales y religiosas de los protagonistas.
Doña Perfecta, madre de la prometida de Pepe,mujer de firmes convicciones conservadoras y católicas, acaba por enfrentarse a éste a causa de su diferencia de ideas.

La obra refleja magistralmente lo que se han llamado las dos Españas, incapaces de entenderse, cada una creyéndose en posesión de la verdad, ansiando silenciar al rival y acusándoles con ese lenguaje maniqueo y políticamente correcto de rojos, fachas, ateos, antiespañoles, reaccionarios...

En la época de Galdós, esas dos Españas eran la liberal y la carlista; posteriormente la derechista y la izquierdista, la azul y la roja, división que desembocó en una sangrienta guerra entre compatriotas, y cuya herida aún supura incluso entre gentes nacidas con posterioridad.

Doña perfecta junto con su familia y muchos habitantes del pueblo y Pepe encarnan ese choque, esa incomprensión, esas discusiones y burlas mutuas, hiriendo sentimientos ajenos, negando la posibilidad de una convivencia siempre posible pese a las discrepancias.

Pero Doña Perfecta también refleja otra característica de nuestro país, la del cotilleo, la de la malidicencia, la de la crítica y el señalamiento hacia el que es diferente, el que se aleja de la opinión dominante del grupo, y también el que hace cosas que no son consideradas correctas o es visto allí donde se supone no debe ir la gente de bien, la de la doble moral, pues muchas veces quienes critican hacen lo mismo que el criticado o ansían hacerlo. La de la gente que, en el fondo, siendo seres vacíos y sin inquietudes, dedican sus vidas a hablar del prójimo, y a ser posible mal, única forma en la que encuentran un mínimo de sentido a su existencia, un entretenimiento con el que llenar ese vacío interior de cadáveres andantes.

Por sus cualidades de espejo donde nos vemos tan bien reflejados, tanto a nivel individual como social o histórico, recomendamos ver Doña Perfecta.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Religión versus filosofía

Mientras que en los países occidentales las creencias religiosas parecen perder fuerza y muchos de los creyentes no siguen las normas o directrices de sus Iglesias, fundamentalmente los católicos, en otros lugares del mundo nos encontramos con un renacimiento de religiones como el Islam, que, pese a lo que algunos podían pensar cuando estallaron las revueltas en las naciones árabes, no se ha visto amenazado por el laicismo, al menos no a corto plazo, sino que fuerzas políticas islamistas son las grandes triunfadoras en los comicios electorales.

Por tanto, quienes sostenían la muerte de Dios, se han equivocado, salvo que se sostenga que Occidente es el centro del mundo, lo cual cada vez está más lejos de la realidad.
Si consideramos la religión como un sistema de creencias y prácticas sociales o comunitarias basadas en general en la idea de la existencia de uno o varios seres sobrenaturales y también habitualmente unidas a un sistema moral , a unas normas de comportamiento individual y colectivas nos daremos cuenta del porqué de su fuerza a lo largo de la historia. En los primeros tiempos de la humanidad, la ausencia de explicaciones sobre multitud de fenómenos naturales favorecía el que los seres humanos desarrollaran creencias en fuerzas externas y todopoderosas que regían los destinos del mundo y de los hombres. 

Pero los avances científicos y tecnológicos no han derrotado, ni mucho menos, la fe religiosa . En parte por la necesidad de millones de personas de pensar que no todo acaba en esta vida, que tiene que haber algo más, que quizá nos reencontremos en un más allá con nuestros seres queridos, pues nada es tan doloroso como perder a alguien amado. Pero también por haberse sabido dotar de una moral y de una comunidad basada en unas creencias afines, en una verdad revelada, sobre todo en los monoteísmos.

Desde un punto de vista no específicamente religioso tenemos, o hemos tenido, la filosofía, pues quizá, como pensaba Pierre Hadot, lo que hay ahora son profesores de filosofía, no filósofos, pues él, seguidor de la filosofía antigua, sostenía que ésta era una forma de vida más que un sistema teórico de pensamiento. Pero independientemente de la opinión personal sobre este tema en particular, la filosofía era el estudio de problemas esenciales para la vida y el conocimiento como la verdad, la belleza, la libertad, la moral, la justicia, la fortaleza, la templanza... desde un punto de vista más racional que religioso, aunque muchos filósofos fueran creyentes.

Sin embargo es justo reconocer que la filosofía no ha logrado ni remotamente el éxito de las diversas religiones. Y, sin embargo, nosotros pensamos que la única alternativa seria a las religiones pasa por la creación de una, o mejor dicho varias escuelas de pensamiento filosóficas que, basadas en la búsqueda del conocimiento y la verdad, no absoluta ni revelada, sino parcial y por tanto finita y falible y dotadas de un sistema moral sólido, pudieran ejercer de contrapeso frente al elemento negativo que tienen las fes religiosas-sin que esto signifique pensar que no tengan elementos salvables-.

Lo que sí es cierto es que vemos como el mero laicismo, y ni que decir tiene el anticlericalismo, no son aptos para plantear una alternativa. Y esto es así, para nosotros, porque carecen de la capacidad de dotar a las vidas humanas de un sentido. De ahí que nos encontremos que las sociedades de consumo occidentales han desarrollado seres  sin alteza de miras, centrados en lo más superficial y banal, en lo monetario y lo fisiológico, donde las ideas de virtud,verdad, bien común, libertad,autogobierno personal, cooperación o deberes tienen poco espacio para desarrollarse pues lo que predomina son los valores opuestos, la manipulación, la amoralidad, el relativismo, los derechos sin deberes, el egocentrismo, la competitividad, la pasividad...Tal sociedad, realmente, poco tiene que ofrecer como alternativa a las creencias religiosas, pues carecen de toda cohesión, más allá de los discursos propagandísticos .

Necesitamos, por tanto, reconstruir sistemas filosóficos que tengan una concepción elevada de la vida, centrados en el esfuerzo por ser mejores personas. En esto coincidimos con el antes citado Pierre Hadot. Tales filosofías no deben ser sólo teóricas, sino formas de vida que transformen interiormente a sus seguidores, convirtiéndose en ejemplo ante otros por sus vidas lo más coherentes posibles-dentro de los límites posibles-entre teoría y práctica. Hablamos, si se quiere, de la gran necesidad de levantar unas filosofías político-morales que también puedan ir cambiando el entorno social, político y económico al rechazar el consumismo y la mercantilización anteponiendo los valores de la amistad, el amor y los lazos solidarios horizontales frente a sus opuestos. Pero para que estas filosofías morales no acaben convirtiéndose en unas nuevas religiones, deben rechazar la creencia en verdades absolutas, o reveladas. Debe ser la propia razón individual la que busque su verdad, sin coacción exterior, abrazando por propia reflexión sosegada alguno de los diversos sistemas filosóficos existentes.

El ascenso de filosofías que otorguen un claro sentido de vida a sus seguidores y una moral sólida, sin necesidad de creer en divinidades, sería la única manera de frenar o bien la caída de nuestras sociedades  en la deshumanización total, en la creación de un rebaño movido a su antojo por quienes nos pastorean ya casi sin verdadera oposición, o bien en el ascenso de nuevos fundamentalismos religiosos, pues aunque ahora nos parezca poco factible, no es descartable que en un futuro, ante la ausencia de vidas con sentido, los descontentos abracen viejas o nuevas religiones que sí sepan ofrecer a sus fieles ese sentido ahora ausente.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Ni nacionalismo, ni globalización




Pese , o quizás a causa de vivir en un mundo cada vez más globalizado ,podemos observar que las posturas nacionalistas mantienen su fuerza, como en nuestro país acabamos de ver en las elecciones vascas y la propuesta de Mas-creíble o no, es otro tema- de conseguir un referéndum para lograr la independencia catalana.

Quienes mantengamos una postura basada en la defensa de una sociedad federal, construida de abajo arriba y a la vez internacionalista, deberíamos ser capaces de oponernos a las dos tendencias dominantes. Por un lado están los globalizadores, cuyo objetivo es desarrollar el sistema capitalista y sus valores en todo el globo, es decir las multinacionales, el consumismo, la idea de crecimiento sin límites, infinito, la idea de progreso como mera abundancia material, frente al progreso entendido como aceptación de límites, como desarrollo de los valores humanos, de la libertad, de lo inmaterial, sin que eso implique negar la necesidad de una vida digna sin esclavizarse a objetos y del desarrollo tecnológico intentando evitar la tecnología destructiva, opresiva y deshumanizadora.

Por otro lado tenemos a quienes hacen bandera de lo local, de su lengua, de sus supuestas raíces frente a otros pueblos, creando o intentando crear su Estado-nación, su policía, su ejército, su clase dirigente.

Para nosotros ambas posturas representan una amenaza para el mantenimiento, o quizá será mejor decir el ascenso de una sociedad autogobernada, contraria a la concentración de poder político-económica que ha caracterizado el desarrollo del mundo moderno y defensora de la verdadera libertad, la basada en la igualdad política.

Los globalizadores por su intento de construir una sociedad global de esclavos, de subhumanos degradados, cuyo ideal final –de tales élites-sería el Estado mundial basado en una minoría dirigente y un rebaño de siervos totalmente adoctrinados, amantes de la servidumbre siempre que se les garantice un buen nivel económico y placer y diversión en abundancia-y las huelgas y protestas ciudadanas de los últimos tiempos, en realidad no tienen más objetivo en el fondoque volver a épocas pasadas; pues más allá de la retórica las multitudes movilizadas por casi todos los sindicatos y la izquierdas es la misma multitud corrompida por la barbarie materialista que la que sigue a las derechas, pese a que  no se quiera reconocer- , aunque el mantenimiento de la división entre potencias emergentes y decadentes, con sus preparativos para una nueva Guerra Mundial-que esperemos que al final no estalle- hace que tal idea aún sea lejana.

Por otro lado tenemos la presión de los nacionalismos que sueñan con volver a un mundo fragmentado, de individuos sujetos al culto a la patria chica, de mentalidad autoritaria, excluyente, racista y uniformizada, como los primeros pero a escala reducida. Lo que supondría regresar a una Europa dividida en múltiples Estados, volviendo el peligro de una guerra mundial en el continente, o del ascenso de un nuevo Napoleón que quiera dominar por las armas los diversos países.

Por tanto debemos ser capaces de plantear una alternativa a unos y a otros. Esa alternativa debe respetar la diversidad de los diferentes pueblos, pero rechazar los nacionalismos, es decir quienes quieren convertir la pluralidad cultural o lingüística en una ideología, independientemente de que de que esos nacionalismos sean tildados de burgueses o revolucionarios, pues pretender hacer una distinción entre uno y otro, es caer en el mismo error de quienes pensaban que el llamado Estado obrero, sería muy diferente que el llamado Estado burgués y capitalista. La realidad liquidó tal ficción muy rápidamente y la misma realidad también liquidaría la pretensión de un nacionalismo revolucionario como algo diferente. Sería, probablemente, peor, pues conviene no olvidar que los fascismos y populismos originales eran nacionalistas revolucionarios.

La tercera vía debe sostenerse, por tanto, en un internacionalismo que aceptando la diversidad busque la cooperación y el entendimiento entre las gentes, basada en la extensión de una nuevos valores, de una cosmovisión diferente a la actual. Y es en esa nueva cosmovisión ,para nosotros basada en un ideario socialista libertario y cooperativista-o como quiera definirse en un futuro-, en una civilización autogestionaria alejada del materialismo, la competitividad, la mercantilización, la voluntad de poder y el enfrentamiento  la que creemos debe enraizarse el ser humano. 

Pues el verdadero y profundo enraizamiento necesario es el de las conciencias afines, no la de la tierra de nacimiento, lo que no implica que unas nuevas instituciones, unas nuevas estructuras no se den en el vacío, sino en territorios. Pero estos deben ser secundarios.

La oposición constructiva a las dos amenazas , la del Estado mundial y la del pasado reciente de los Estado-nación siempre al borde de la guerra, es un asunto de vital importancia para dar algo de luz a un momento donde acechan grandes sombras para la civilización humana.



martes, 6 de noviembre de 2012

Sobre el Madrid Arena, el ocio en la sociedad de consumo y la doble moral



La muerte de varias chicas en una macrofiesta la noche de Haloween en el Madrid Arena, una instalación del Consistorio ha abierto un debate con una doble vertiente.

Por un lado, se critican los fallos en los controles de seguridad y acceso al recinto, haciendo hincapié en la posibilidad de que se superara ampliamente el aforo.

Por otro algunos comentaristas se centran se centran en el tema moral, criticando bien la atracción por las multitudes o la educación recibida por los jóvenes, bien a los mismos jóvenes o introduciendo comentarios acerca del consumo de alcohol y drogas.

Para nosotros ambas vertientes van unidas, pues es evidente que en una sociedad de consumo, donde el dinero y el beneficio son valores fundamentales, unas buenas medidas de seguridad y un control de aforo puede hacer disminuir el número de euros de recaudación final.

Por otra parte es muy claro que el tipo de ocio ideal en la sociedad capitalista es en mayor o menor medida el de Madrid Arena. Es decir un ocio pasivo, dirigido, donde centenares de personas se limiten a bailar, escuchar música y beber, sin ser partícipes en nada sino masa dócil a lo que los poderes determinen que debe hacerse en el tiempo libre.

Es importante entender lo que supone la esencia del capitalismo-como la del socialismo en la práctica-, que no es sólo, ni muchísimo menos, un régimen de explotación económica, sino un sistema de embrutecimiento basado en la destrucción de las capacidades reflexivas, comunicativas , cooperativas y participativas, para lograr implantar sociedades donde la fundamental sean las actividades que impliquen gasto económico, hedonismo y entretenimiento vacío, importando modas burdas y ajenas a nuestra cultura como Hallowen, pues todo es susceptible de negocio.

Esto implica la necesidad de crear una cultura juvenil basada en el pub, la discoteca o el botellón, que limitan el espíritu rebelde o contestatario que pudiera manifestarse en la juventud, haciéndoles caer en los disvalores de la sociedad de consumo, aquella en la que somos esclavos de las cosas y, a través de ellas de las personas que crean y manejan esas “cosas”, esencialmente el dinero, pero también cualquier otro cachivache que interese generalizar para mejor ir destruyendo la libertad.

Para ir terminando no debemos de olvidar la doble moral que generan estos trágicos acontecimientos. Tenemos, por un lado, declaraciones de políticos como Ana Botella, manifestándose partidaria de acabar con tales fiestas, ocultando los negocios que realizan los Ayuntamientos con las Empresas organizadoras de tales actos. Y tampoco faltan los tertulianos, columnistas y adultos que caen en la fácil crítica de la tan manida juventud sin valores. Y si es cierto que no debemos caer en el victimismo, y que los jóvenes tienen-tenemos- una responsabilidad en no aceptar los valores que quieren que abracemos, no es menos cierto que esos valores son apoyados e inculcados a los niños y jóvenes por la mayoría de las personas o colectivos anteriormente citados, sin distinción ideológica-la izquierda, que ha gobernado muchos años, ha contribuido como el que más a la expansión del relativismo, el todo vale, la irresponsabilidad y el culto al placer-. Pero que cuando suceden hechos como el de Madrid Arena, con muertos por en medio, parecen salir de su conformismo, de su aceptación del régimen existente, adoptando una postura supuestamente crítica.

Sin embargo, su doble moral no es más que reflejo de un discurso que llama a la integración juvenil en la barbarie existente pero siempre que mantengan las formas, que eviten excesos que puedan provocar dolor y preocupación en sus mayores.

Jóvenes, disfruten y despreocúpense, no se coman la cabeza pensando en cómo nos engañan y dominan, en cómo resistir y plantear alternativas, pero háganlo sin excesos. Esa parece ser su consigna, la de los bienpensantes conservadores y progresistas, creyentes y laicos.

sábado, 27 de octubre de 2012

Lo imposible

Basada en un suceso real, la película del director español Juan Antonio Bayona, autor de la exitosa El orfanato, nos traslada al invierno del año 2004, cuando un Tsunami arrasó el sudeste asiático causando miles de víctimas.

Una pareja y sus tres hijos pequeños acuden a pasar las navidades a Tailandia, en unas playas paradisíacas, cuando, de forma inesperada les golpea la tragedia. Estando tranquilamente en la piscina del hotel, son sorprendidos por una ola inmensa que arrasa con todo a su paso.

Es de destacar los buenos efectos especiales, la brillante recreación del tsunami y la desolación que causa, el milagroso encuentro en medio de las aguas que todo lo arrastran de la madre y su hijo mayor que finalmente logran salir juntos con vida.

Los esfuerzos para ponerse a salvo, la lucha por sobrevivir de la madre,gravemente herida, el pensar que son los únicos supervivientes de la familia, las escenas del hospital, en medio de heridos, de gentes desesperadas que no saben nada de sus seres queridos son de lo mejor de Lo imposible.

El pero que podemos ponerle es el exceso de elementos melodramáticos, la casi ausencia de personajes secundarios de relieve, salvo un padre que se une con el protagonista masculino en la búsqueda de la parte de su familia desaparecida, tras el reencuentro con los dos hijos pequeños, también salvados de forma inesperada.

Quizás, el hecho de conocer de antemano el final feliz de la historia-pues se basa en las vivencias de una familia española- también puede restarle algo de interés a la película.

Con sus luces y sombras recomendamos acudir a las salas de cine a ver la buena reconstrucción de aquellos dramáticos sucesos y cómo, a veces, lo imposible, lo soñado, se hace real, haciéndonos creer en los milagros.




domingo, 21 de octubre de 2012

Sobre la ética libertaria



No es muy habitual en los movimientos políticos y sociales que se dicen contrarios al sistema actual de dominio reconocer la importancia del elemento ético frente a la obsesión por la crítica política y económica.

Pero es indudable que, sin la construcción de una ética alternativa, es decir un conjunto de normas, principios y razonamientos realizados por los individuos como línea de conducta desde su conciencia y voluntad que difiera de la actual, nunca se levantará una nueva sociedad, a lo sumo se mantendrá lo que existe cambiando la fachada o el colorido, pero nada más.

Y quienes tengamos como objetivo la creación de una sociedad libertaria, autogestionada o autogobernada, deberíamos ser capaces de perfilar unos principios éticos básicos que reflejen el tipo de vida al que aspiramos.

El fundamental es procurar no dominar a otros, sino considerarlos iguales en la diversidad, para lo cual es necesario que el sujeto en su interior luche contra la tentación a creerse superior, a pensar que la verdad absoluta está de su parte.

La ética libertaria, en este punto, debe implicar la  defensa de actitudes de  diálogo y reflexión defendiendo los libertarios sus ideas con humildad, aceptando que pudieran estar equivocados, pero que siguen el camino que su pensamiento falible considera más acertado. Y también , por tanto, procurar no hacer a los demás lo que no quieras que hagan contigo

Junto a no dominar está evitar ser dominado. Esto es mucho más difícil de lograr, pues las estructuras piramidales políticas y económicas actuales hacen que sea casi imposible evitar ser dirigido de alguna forma, con lo cual muchas veces sólo caben formas de resistencia pasiva o mantener en tu interior la idea de que no se necesita ser dirigido aunque se reconozca que hoy por hoy es una idea marginal.

Pero la dominación no se ejerce sólo por personas directamente, sino por cosas u objetos, creados y organizados por las élites dirigentes de los Estados y el capitalismo. De hecho, en la sociedad de consumo, las personas son oprimidas por otros y otras a través de “objetos”, básicamente el dinero, pero también difundiendo la idea de que acumular riquezas, propiedades, inventos tecnológicos y demás cachivaches es positivo pues representa el progreso, el bien de los individuos y los pueblos.

Por tanto, frente a este discurso, este moldeamiento de las mentes consistente en cosificar a los niños y adultos para mejor controlarlos, una ética libertaria en la decadente sociedad de consumo moderna-no sabemos qué vendrá en el futuro próximo o si ésta se reconstruirá con algunos cambios para hacerla sostenible- debe estar basada en la búsqueda de la riqueza inmaterial, la modestia y la no acumulación monetaria o de propiedades. De esta forma podremos acercarnos a una vida lo más libre y humana posible, poniendo en el centro los valores humanos.

Hemos hablado antes de la tecnología. Nada más lejos de nosotros las posturas primitivistas o tecnófobas. Pero una conciencia libertaria debe evitar el uso  de tecnologías modernas que destruyen el equilibrio entre comunicación y soledad.
La reflexión, elemento esencial para construir un ser humano y una sociedad autónoma ,requiere de un tiempo de soledad para ordenar las ideas.

Ciertos artefactos técnicos de la actualidad eliminan ese tiempo positivo y necesario de aislamiento, de ensimismamiento, manteniendo a un número creciente de personas conectadas a otras las 24 horas del día, en conversaciones banales. Si esta clase de tecnología se generaliza, se habrá dado un paso fundamental en la constitución de una posthumanidad- o infrahumanidad-, donde el pensamiento profundo y hasta la lectura y comprensión de textos extensos y reflexivos quedará muy dañados y por tanto  también la conciencia moral, facilitando el triunfo ya casi absoluto del Poder .

Otro elemento a destacar en la construcción de una ética libertaria seria el desarrollo de mentalidades cooperativas frente a las competitivas, que favorecen la atomización y por tanto la necesidad de jerarquías y poderes verticales. Pero también la aceptación libre de que no sólo tenemos derechos, sino deberes para con el prójimo, pues quien sólo defiende derechos es, en su conciencia, un esclavo que ha renunciado a la libertad.

Siendo la esencia de la ética libertaria la creación de normas de comportamiento y también de formas de vida lo más coherentes con las citadas normas surgidas de la propia conciencia, y por tanto de forma voluntaria, no coactiva, la mencionada ética, al rechazar una vida de sujeto dirigido y coaccionado de la cuna a la tumba, debe basarse en la búsqueda del bien y de la verdad frente al mal, la mentira , la manipulación y la voluntad de poder.

Por tanto, aquellos individuos que quieran abrazar este tipo de ética deben ser gentes que vivan en un estado de esfuerzo continuo, en lucha con su mal interior hasta su muerte. Pues sólo de esta manera su ética libertaria podrá tener un reflejo en sus vidas exteriores.

La ética libertaria es, por tanto, la más difícil de lograr, pues exige mucho sacrificio para mantenerse a flote en una sociedad basada en valores opuestos,tanto en la élite como en las clases populares -muchas veces las más degradadas- que hacen casi imposible nadar contracorriente.

Pero para nosotros no hay otro camino en la destrucción de las cadenas interiores.