El escritor francés Fréderic Lenoir ha publicado un
interesante libro sobre tres figuras muy famosas en la historia mundial y que
acabaron ejerciendo una gran influencia en el mundo,mucho más, hemos de reconocer, en
el caso de Jesús y Buda, y bastante menos, a nivel popular, la figura y
pensamiento de Sócrates.
Se inicia el texto con un prólogo en el que sitúa a los
citados tres personajes en lo que él llama humanismo espiritual,
considerándolos de gran ayuda para reconstruir una civilización basada en el
Ser frente al Tener, colocándolos en una posición contraria tanto al
mercantilismo y el materialismo vacío y hedonista como al fundamentalismo
religioso que busca la obediencia y la infantilización de las sociedades.
La obra bucea en sus orígenes sociales e infancia,
procedente Buda de una familia rica y con cierto poder, Sócrates de una
acomodada y Jesús de lo que Fréderic califica de clase media baja. Se extiende
a numerosos e interesantes aspectos desde la sexualidad, muy diferente en el
caso de Sócrates a la de sus dos “compañeros”, sus personalidades, sus
diferentes maneras de enseñar, la interrogación y la ironía en Sócrates, los
sermones de Buda y las enseñanzas y parábolas de Jesús, el común rechazo a
hacer de la vida una lucha por la obtención de riquezas, poder y placeres
materiales, algo que une a los espíritus elevados que en la humanidad han sido
y son, así como la fidelidad a sus principios, a sus enseñanzas, hasta el
extremo de morir Sócrates y Jesús por ellas.
La última parte de la obra supone un intento de sacar a la
luz sus ideas fundamentales, cuáles son las esencias de lo que predicaban o
planteaban que para Fréderic son : la inmortalidad, si bien en el caso de Sócrates
y Buda estaba basada en su creencia en la reencarnación, frente a la vida
eterna en el “cielo” de Jesús, la búsqueda de la verdad, el conocimiento,
dominio de sí y entrada en uno mismo como forma de alcanzar la libertad
individual, la justicia e igualdad-si bien en el caso de Sócrates y Buda lo era
en menor medida que Jesús, que aceptaba de buen grado la compañía y apoyo de
mujeres- y sus conceptos del amor, el desinteresado y universal de Jesús, o
amor- ágape, la compasión de Buda hacia todos los seres y el de Sócrates que
entiende éste como un deseo insatisfecho, pero que puede apaciguarse en la
contemplación mística del absoluto.
En resumidas cuentas, en nuestra opinión de no seguidores de
ninguna religión institucional u organizada, pero sí de algunos principios de
sus fundadores o supuestos fundadores, consideramos muy importante para lograr
un renacer, una rehumanización de nuestra derruida condición humana, acoger de
Sócrates la búsqueda del conocimiento y la verdad de forma racional y libre, de
Jesús su profunda idea del amor y de Buda la compasión hacia todo ser vivo y el
desapego , dentro de unos límites de sentido común, hacia las riquezas
materiales y los placeres de los sentidos, así como al Ego, fuente de egoísmo y
sufrimiento.
De las tres figuras, cada cual tendrá su favorito, pero
siempre podremos aprender algo de ellos, siempre podrán ser de utilidad
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