viernes, 23 de mayo de 2014

El camino del bien. Respuesta a un mundo deshumanizado







El nuevo libro de nuestro querido Heleno Saña,El camino del bien. Respuesta a un mundo deshumanizado, viejo filósofo que mantiene toda su lucidez a sus bien entrados ochenta años, supone una continuación de su labor teórica de rescatar el pensamiento moral de los viejos sabios y maestros de la humanidad para que pueda servir de guía, ayuda y orientación en una época de profunda crisis de valores, donde es fundamental lograr dar un sentido a nuestra existencia, a nuestra vida.

El texto, publicado por CGT, tiene como tesis central la defensa del Bien, es decir para el autor nuestro paso por el mundo adquiere su mayor sentido cuando nos consagramos al servicio del bien, sobre todo cuando nos esforzamos en la lucha por un mundo justo.

De la mano de Heleno nos adentramos en un reflexión sobre múltiples temas, desde la escala de valores actuales al sentido de la vida, al conflicto entre individuo, Estado y sociedad; la necesidad de una verdadera espiritualidad; la defensa de una metafísica y de una búsqueda de lo absoluto frente al rechazo actual a esos valores; la reflexión crítica sobre el mesianismo histórico o el mito del progreso indefinido, así como la tecnolatría o el progreso tecnocientífico ; el problema libertad versus necesidad; la idea de Dios...

Algunas de sus ideas más destacables es su defensa del trabajo manual como clave para transformar la sociedad, siguiendo en esto el pensamiento de Simone Weil; la defensa de la universalidad de lo humano frente a la fuerza de los nacionalismos y la crítica al cesarismo intelectual, es decir a quienes, sobre todo en el marxismo, querían representar y dirigir a la clase obrera, sin ni siquiera haber tenido experiencia de trabajo fabril, ni haber participado en revueltas o protestas proletarias.

Probablemente uno de los capítulos más interesantes y discutibles es cuando analiza críticamente el progreso tecnocientífico. Para el autor, lo que empezó siendo algo positivo, es decir un desarrollo científico y técnico que contribuyó a mejorar la vida de la gente y a combatir las enfermedades hasta hacer desaparecer algunas, ha acabado convertido en un entramado al servicio del Poder, el lucro, la explotación, el dominio de unos pueblos sobre otros y la destrucción. Para el autor la ciencia y la técnica se han separado de toda reflexión ética al separarse de la filosofía, a la que estaban unidas en un principio. Considera el autor que aunque la reflexión forma parte de las profesiones científicas y tecnocráticas, es esta una reflexión instrumental, no desinteresada o altruista, es decir no está al servicio del Bien. Piensa el autor que lo que hoy se considera progreso, o sea la creación y arrojamiento al mercado de numerosos productos o cachivaches técnicos no permite dar un sentido a la vida y nos convierte en esclavos de un mundo artificial.

En nuestra opinión, si bien creemos que estas críticas son parcialmente justas, deben ser muy matizadas. En primer lugar el método científico permite buscar la verdad de manera racional, argumentada, con pruebas, frente a supuestas verdades impuestas e indemostrables, como las ideológicas o religiosas. Por otra parte, sí, es cierto que la ciencia se ha alejado, en parte, de la ética y de la búsqueda del bien, colaborando con el poder en la amenaza de destrucción mundial con las numerosas armas nucleares y de otro tipo. Pero no todas las ramas de la Ciencia participan de eso, y muchos científicos o investigadores sí son altruistas y luchan ya por poder curar enfermedades ya por descubrir los misterios del Universo, de la vida, de la materia, de la realidad, en una palabra. Lo que necesitamos, por supuesto, es una ciencia al servicio del pueblo, no del poder, es decir una ciencia apegada a la reflexión moral y al bien. Algo que debe surgir de los propios científicos y que una crítica exacerbada de la ciencia y la tecnología, en nuestra opinión, no favorece.

Para acabar, decir que el último libro de Heleno Saña supone como otros de sus textos tales como Breve Tratado de Ética, Breve tratado del Hombre, Antropomanía. En defensa de lo humano… una crítica de los valores imperantes tales como el espíritu de lucro, la voluntad de poder, el egocentrismo, las injusticias sociales, la sociedad de consumo y tecnocrática, el hedonismo, la libertad entendida como permisividad, como todo vale, desgajada de un ideal superior, de una moral elevada…y su defensa de unos valores humanos y morales elevados.


Es, por tanto, un libro que merece la pena ser leído por todos los que tengan como meta en su vida seguir la senda del bien y la moral.


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